En la simpleza da la técnica, encontramos la inesperada armonía de un vinculo entre dos mundos, los de la chela y el café. La explosividad de los sabores de la nueva ola del café ya no son producto directo del arte del tostado, sino que provienen de ese lugar común donde podriamos decir que se reunen el café y la cerveza, el mundo microbiológico. Gipe es un ensamble entre una mutación especial de la semilla de café Maragogipe, la cual ha sido fermentada con su pulpa en condiciones propicias para las bacterias lácticas de la sierra de Chiapas y que han logrado aportar una acidez brillante y profunda frutalidad y floralidad.
El segundo elemento es una chela blanca fermentada con una sepa de origen belga pero que ha pasado sus mejores dias alimentándose de los azucares del maguey creando una base compleja, dulce y perfumada con la cuál armonizar las notas de este exótico café. Esta botella contiene un ensamble de cerveza y extracción manual de café. Los sabores que presenta provienen directamente de la fermentación de mosto y semillas de café, cada una por separado y mezcladas como producto final, resultando en fuertes notas melosas y aromas a flores blancas con un cuerpo medio y regusto frutal. Gipe nos significa resilencia y vida renovada, como una nueva variedad insignie para el café mexicano y la cerveza que, tras un año de reposo toma un segundo aire en esta colaboración.